Origen
del tabaco
La planta Nicotiana tabacum es originaria de la zona del altiplano andino y se extendió por todo el continente alcanzando el Caribe entre 2.500 y 3.000 años antes de Cristo. Las poblaciones indígenas ya habían tenido contactos con el tabaco antes de la llegada de Colón y lo usaban en una relación más o menos intensa. En este sentido existen esculturas y pinturas precolombinas que representan personajes en alguna acción relacionada con el tabaco.
Diversos viajeros españoles relataron la costumbre de los nativos americanos de fumar las hojas secas de tabaco y enrolladas, en las Antillas, la Florida, México y Brasil, para lo que utilizaban unos artilugios en forma de rollo de hojas o tubos a manera de pipas. Los indígenas mexicanos le atribuían propiedades medicinales y la usaban en sus ceremonias. Con la conquista europea, el tabaco empieza a perder su sentido cultural y ritual y pasa a tener un uso más cotidiano. Rodrigo de Jerez, junto con Luis de Torres, componentes de la primera expedición de Colón, supusieron el primer contacto de los españoles con el tabaco, cuando realizaban un reconocimiento de la isla de Cuba.
El tabaco
en La Palma
La historia del tabaco palmero comienza en el siglo XIX, cuando muchos palmeros se fueron a Cuba para trabajar como vegeros, es decir como trabajadores en las plantaciones de tabaco, para poder mantener a sus familias en la cada vez más pobre isla Bonita. Pero lo que se trajeron al volver resultó ser mucho más valioso que el sueldo ganado en el exilio de las plantaciones: las mejores semillas de tabaco del mundo, el método de cultivo de la planta sensible, el arte de la composición perfecta y mezcla de las hojas; y el manejo virtuoso del cuchillo en forma de media luna, la chaveta, con la que se corta la capa del puro.
Con el retorno de los emigrantes, que se conmemora todos los años en el día de Los Indianos, se fundaron en La Palma más y más manufacturas de tabaco -chinchales- que durante décadas tuvieron mucho éxito hasta que el moho azul lo destruyó todo en el año 1967. Después, el cultivo de tabaco sólo se recuperó lentamente. Hoy sólo existen algunas pequeñas plantaciones, algunos chinchales y una fábrica de puros.
El museo del puro, abierto desde el año pasado y cuidadosamente diseñado, se sitúa en San Pedro / Breña Alta (martes – sábado 10h-13h) y transmite todas las facetas de la historia del tabaco de una forma impresionante mediante objetos expuestos y una presentación multimedia (español, alemán, inglés).
TEXTO: Uwe S. Meschede
Arte Puro
En Puros Artesanos Julio sostenemos la opinión de que, ante el actual panorama en el mundo del puro, se ha de priorizar la calidad frente a la cantidad. Por ello limitamos nuestra producción para poder ofrecer un producto con garantía que no defraude a los clientes más exigentes.
Calidad
Para los paladares más exigentes.
Clima
El microclima de Breña Alta es muy propicio para el cultivo del tabaco palmero.
Historia
Tradición familiar tabaquera desde 1950.
Debe estar conectado para enviar un comentario.